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jueves, octubre 19, 2006

Uno de los días más tristes de mi vida

Ayer, día 18 fue uno de los días más tristes de mi vida, falleció mi abuela. Casi no me salen las palabras, he perdido a una de las personas que más quiero en este mundo.
Lo único que pude hacer por ella fue estar al lado de su cama hasta el final. ya casi habían pasado las dos horas fatídicas, las que dicen son las más críticas, de 3 a 5 de la madrugada, eran las 5 menos cuarto y yo miraba el reloj, angustiado pero con esperanza, su respiración se había normalizado y sólo quedaba cuarto de hora para que las horas difíciles fueran reemplazadas por horas en las que no se corre tanto peligro, pero entonces dejó de respirar, se nos fue.
Ha dejado un vacío enorme en mi corazón, un vacío que nunca puede llenarse, sólo quizás de recuerdos suyos, de lo bien que cocinaba, de lo que se desvivía por la gente de su alrededor, del cariño que siempre ha dado a todo el mundo, del amor que nos tenía a toda su familia... en resúmen de lo que ella era, una mujer de las que hay pocas en este mundo.
Si se hubiera podido, hubiera dado por lo menos la mitad de mi vida por alargar sus días. Pero ahora ya sólo me queda saber que está en un sitio mejor, sin sufrimientos y que ya está con su Mariano, los dos juntos.
Descansa en paz, que te lo mereces y espero verte otra vez algún día, poder abrazarte y besarte como hasta ahora. Aunque siempre te sentiré cerca, en el lado izquierdo de mi pecho.
Un montón de besos abuela.